29 de mayo de 2008

Gayfriendly se hace al andar

Etapa Cero: aceptación filosófica.
Mi primera etapa fue absolutamente teórica, pasiva y filosófica. Aceptar al homosexual por mandato social. Diría que casi es más difícil ser homofóbico que no serlo.

Hay mucha gente hétero que no tiene relación cercana con el mundo gay. Yo tampoco la tuve hasta aproximadamente mis 25 años.

Salvo algún que otro chiste sobre “putos”, cosa que aún sigo haciendo aunque con mayor libertad, fui siempre respetuoso. Teóricamente abierto con el gay.

Etapa Uno: de la teoría a la práctica.
Uno puede tener mentalmente desarrollada la teoría, pensada y repasada, oída en silencio, y todo esto nos hace pensar que estamos preparados para implementarla en la vida real. Pero esto no es así. El actor que pasa letra mentalmente, ensaya dos, tres formas de decir el texto, toma riesgos y es osado en su recreación imaginaria, se ve en escena, imagina cómo su cuerpo acompañará esas líneas. Pero en ese primer ensayo donde quiere mostrar todo lo que resolvió, al escuchar las palabras que salen de su boca se asusta de ellas, las desconoce, por que todavía no son propias. Y atemorizado, no hace nada de lo que tenía planeado hacer.

Sebastián, Sergio y yo compartíamos nuestro primer año de teatro. Al cabo de los primeros seis meses nos habíamos hecho bastante amigos. Ya en el segundo semestre del año al compartir los tres juntos una escena y todos sus ensayos, esta relación se hizo mucho más estrecha. Después me enteraría de que Sergio también sospechaba de la sexualidad de Sebastián. Sin embargo era algo que ni entre nosotros nos animábamos a comentar. Era muy incómodo hablarlo. No se qué pasaría por su mente, pero yo no quería que pensara que estaba discriminando si le preguntaba algo como “che, sebas para mi que es gay, no?”. Pero el tema estaba en el medio y a medida que crecía la amistad esto se hacía más difícil de evitar.

Sebastián me preguntaba cómo iba mi relación una chica con la que estaba saliendo por aquél entonces. Yo le respondería que bien, le contaría algo circunstancial, y luego el vacío incómodo. No me animaba a preguntarle por su vida personal. Tenía pánico de generar una situación incómoda si le preguntaba si él tenía novia, o si salía con alguna chica. Tampoco quería preguntarle si salía con alguien, sin determinar el sexo de ese alguien, y hablar sobre ello midiendo que cada palabra no llevara conjugación de género. Entonces se daba ese silencio incómodo del cual de alguna forma siempre salíamos.

Cada tanto nos juntábamos en su casa a ensayar. Tiempo después nos confesaría que tenía miedo de que notáramos que estaba todo excesiva y homosexualmente prolijo, por lo cual recalcaba cada media hora que ese día había ido la chica que limpia, y sus dotes para con el orden y la limpieza. El tema de su homosexualidad no era algo que estuviera latente en el aire, de hecho yo me olvidaba del asunto, sintiéndome incómodo sólo cada tanto, pero sin saber realmente por qué. Jamás hubiera relacionado un departamento prolijo con su sexualidad, y no entendía la excesiva publicidad de su mucama.

Así como no percibía estos indicios, había otros tantos que no quería registrar.

- ¿Quién es este, tu primo? – preguntaba inocentemente Sergio mirando las fotos de viajes en el living.
- ...no. Es un amigo. Un amigo de la infancia con el cual viajamos mucho.- Claro, pensé yo. Yo también he viajado con amigos.

En uno de los últimos ensayos, en su casa, luego de horas de reírnos salvajemente con Anibal, Carlitos y Pelusa, nuestros grotescos personajes tangueros, el momento de la verdad llegó.

Yo tirado en el sillón, Sergio en el piso, y Sebas en la banqueta contra la ventana.

- Chicos hay algo que les quiero contar. –
- ¿Qué cosa? – le respondimos, vislumbrando cuál era la cosa a contar.

En ese momento me sentí más negador que la señora gorda casada con el picaflor del pueblo. No quería saber!!! Ya lo sabía, pero no quería que me lo dijera.

- No quiero que cambie nada entre nosotros por lo que les voy a contar.- Se atajaba como si estuviera por confesar un asesinato.
- No obvio, nada va a cambiar, ¿por que cambiaría? – Respondimos nerviosos. Si esa fuera una escena de teatro, el director nos marcaría “no anticipen, sus personajes no saben lo que le va a decir”. Pero nosotros sí sabíamos, aunque queríamos interpretar un personaje que no.
- Soy gay...
- ...- “Plop”, diría si fuera un comic de condorito, “chan” si fuera in informe de domar.

Si es que hubo no me acuerdo cuál fue nuestra respuesta. Qué decirle, “ah si, me lo imaginaba”??. Además de no saber bien qué responder, me invadió una secuencia de imágenes de Sebastián desnudo. Muy desnudo. Lleno de piel. Compartiéndola con otro hombre. Lo estaba viendo frente a mi, sentado en la banqueta, pero teniendo sexo con otro hombre. Mi doctrina de aceptación gay fue puesta a prueba, exigida al máximo, e hizo lo imposible por evitar la desfiguración de mi rostro. Creo que logró eso al menos, pero mis ojos no podían evitar verlo desnudo.

- ¿Se lo imaginaban, o no?- dijo rápido para darle continuidad a la conversación interruptus.
- Ehh... si, bueno... más o menos, un poco. No, en realidad no, bah o si, que se yo, no es que parezcas eh.- tampoco sabíamos cual era la respuesta correcta a su pregunta, cualquier respuesta podía ofenderlo.

Después de hacerle preguntas curiosas, periodísticas, las cosas se acomodaron. Mis ojos empezaron a verlo tal como estaba, con toda su ropa puesta. Y efectivamente nada cambió en nuestra amistad. O sí, el vínculo se estrechó aún más.

Etapa 2: a mi no me miren.
Al principio tener un amigo gay era una novedad. El chiche nuevo. La anécdota a contar. El trofeo, el diploma de chico siglo xxi. “Este diploma certifica que Red Fish tiene un amigo gay”.

Sebas me contaba sobre su ruptura con su novio de cinco años, yo le preguntaba como se sentía, él me respondía... todo era simple, se reducía a cambiar una “o” por la “a” final de la palabra “novia”, y a darle nombre masculino a su pareja. Hasta conocí su nuevo novio, y supe digerir una que otra agarrada y caricia de manos, miraditas romanticonas, etc.

Por supuesto que había ciertos escalafones a los que todavía no quería asomarme. Pero de apoco iba avanzando. Si me hubieran tomado un gayfriendly exam, diría que estaba aprobando. Pero nuevamente tendría que dar lección de un tema no demasiado estudiado.

- Che, te quería contar algo que me pasó la semana pasada en la fiesta de teatro.- me dice Sergio, entre empanadas y Queenes un viernes a la noche en lo de Sebas.
- ¿Qué cosa?- pregunto, esta vez con absoluto desconocimiento de causa.
- Viste que a al final de la fiesta estuve un rato hablando con Diego.
- Si, vi que estuvieron hablando.- Diego era un alumno de otro curso, un año anterior al nuestro.
- Bueno, me pasó que en un momento me re calenté con el pibe.
- ¿Por qué? ¿Qué pasó, que te dijo?
- No, nada. No se si fue que estaba muy fumado o qué, pero me re calenté con el flaco.
- ¿Pero por qué? ¿Qué pasó??- y realmente no entendía qué era lo que me estaba diciendo, qué era lo que Diego le había dicho para que él se enojara.
- Él me estaba hablando, y en un momento dejé de escuchar lo que me decía, y me dieron ganas de reventármelo contra la pared, fue rarísimo, pero como que de repente me cerraron un montón de cosas.
- No entiendo, decís que...- no sabía cómo decirlo, sin ¡ofenderlo!? - ... que le querías dar un beso???
- Sí... – responde tímidamente.
- Ah, pero estabas muy fumado!
- Sí, estaba bastante fumado, pero tenía muchas ganas de reventarlo contra la pared.- repetía con una elocuencia que rebalsaba mi umbral de tolerancia.
- No te puedo creer!!!- repetí algunas veces, pensando que la historia terminaba ahí. Que la anécdota era cómo le había pegado de fuerte el faso.
- Si, fue terrible. Pero me cayó la ficha. Entendí por que con todas las novias que tuve siempre sentía que me faltaba algo, que no me terminaba de cerrar la relación, y no era que ellas no me cerraban. Era yo, y me cayó la ficha de por qué.

Yo pasmado ante todo lo que me estaba diciendo. ¿Me estaba diciendo que había descubierto que era gay? ¿A los 28 años??

- Y ahora voy por la calle y no paro de mirar. Estoy con re ganas de hacer algo.
- ...pará, pará, por que no entiendo. ¿Qué me querés decir?
- ... – su cara respondía sí a la pregunta tácita.
- ... me querés decir que...., que sos... ee..., que sos gay?- le pregunté no animándome a decir esa palabra.
- ... no se. Creo, bah, que se yo. Si, creo que sí.
- Si, es PUTO!- apuntala triunfante Sebastián, desde la cocina, que había estado escuchando.
- Pará, ¿pero estás seguro? Lo que te pasó no quiere decir nada, estabas muy fumado, a cualquiera la puede pasar.- Yo no creía que me pudiera pasar a mi, pero pensé que evidentemente existiríga esa posibilidad.
- Jajaja, na na na. Eso solo te pasa si sos PUTO. De esa no hay vuelta atrás Mati, ya está, es PUTO PUTO.

Mientras Sergio me miraba con cara de que todo lo que decía Sebas es cierto. Entonces recapitulé la historia que me había contado, desde el principio, todo lo que yo no había entendido.

- ¿En serio? Pero... y pasó algo con Diego?
- No, no pasó nada.
- Ese Diego también es re PUTO.- dice Sebas.
- No, no es puto, bah tiene novia.- lo defiende Sergio.
- Jajaja, si pero a mi no me engaña, y vos también tenías novia hasta hace un mes, y mirá ahora, vas por la calle fichando bultos.- y se va al cuarto. Yo seguía atónito.
- ¿Entonces no pasó nada en la fiesta?- Sergio niega con la cabeza.- ¿Y después de eso? ¿Ya... pasó algo?
- No, todavía no.- “Entonces es salvable” pensé, cuando lo veo a Sebas volver del cuarto con cuarto casettes VHS.
- Tomá, llevátelos y miralos en tu casa.
- Paráaaa, que es eso? Son videos Gays?? – pregunté exaltado, la situación era demasiado fuerte y me estaba superando. - No, no le des eso!!! es muy violento. Le va a resultar muy fuerte ver eso, así tan de golpe.- era uno de mis últimos intentos por retenerlo en mi “bando”.
- Qué va a ser muy fuerte.- insistía Sebas- Si se te para con esto cagaste, no hay vuelta atrás.
- No, pero le va a dar impresión ver eso.
- Que le va a dar impresión, se va a matar a pajas!- decía saboreando su victoria mientras le daba los videos a Sergio, dándole su bendición y bienvenida al club.

Y me dí por vencido, terminé por aceptar lo irreversible. Sergio había descubierto su verdadera sexualidad.

- Al final yo termino siendo el único al que le gustan las minas acá. No, no, jaja, que me miran? me gustan las mujeres y punto!- cerrábamos la noche con risas y Cher a todo volumen.

Etapa tres: estoy acompañado, gracias.
Nuestras conversaciones ya no tienen ningún tipo de censuras ni condicionantes. Hasta hablamos de hombres, siendo yo una más.

- Les hago una pregunta: cual es la definición posta de “chongo”? Por que a veces escucho que la usan con distintas connotaciones. – Les preguntaba iniciando el tema.

Después de debatir conceptos llegamos a la conclusión de que Chongo es el hombre heterosexual, fachero pero brutalmente macho, nada delicado, hasta medio guarro.

- Entonces para mi Luciano Castro es el estereotipo del chongo. Fachero, de rioba...- propuse como para ponerle nombre y apellido al chongo.
- Siiiiiiiiiiiiiiii, Luciano Castro es un re chongo!!!!!!!- confirmaba mi percepción Sebastián.

Cuando participo de estas conversaciones sobre pibes facheros, lindos, mis comentarios no son muy distintos a los que hago cuando con mis amigos hétero debatimos sobre del culo de Jesica Sirio. La única diferencia es que no remato mis opiniones con un “la mato”, “le re doy” o “se lo como todo”. Soy un simple observador de la realidad.

Hasta ayudo a Sebastián en sus consejos a Sergio para levantarse pibes.

- En la calle tenés que estar siempre con el gaydar prendido, – dice Sebas. – y aplicar la técnica del un-dos-tres. Fichás un pibe que viene caminando hacia vos. Si te mira, cuando se cruzan seguís caminando y contás uno, dos, tres y te das vuelta. Si el flaco también se da vuelta ya está, lo invitás a tomar un café y listo.
- mmm, pero no se si me animo a hacer eso – dice Sergio.
- Si no lo que podés hacer es contar hasta tres y frenarte a ver una vidriera, y dejar que el pibe se acerque. – aporto yo.
- Si, si, eso también funciona.- aprueba el sensei.
- Es buenísimo, ojalá con las minas fuera así de fácil!

Y para terminar, la prueba de fuego: el boliche gay. “Che, avisenmé cuando vayan que yo me prendo”. Y me prendí nomás. Así que fuimos a la fiesta Plop. Tres veces me tocaron la espalda y no me di vuelta para ver quien era. Una vez me agarraron de la muñeca mientras pasaba y me pidieron que me quedara a bailar. Una vez me preguntaron muy caballerosamente si estaba solo o acompañado, a lo que respondí que estaba acompañado. Me ofrecieron cerveza dos veces, solo una vez acepté sin ningún tipo de consecuencias. Bailé y canté desaforadamente “a quién le importa lo-que-yo-haga, a quien le importa lo-que-yo-diga” de Thalía. Vi incontables besos homosexuales. Y eso fue todo. Prueba superada. Más gayfriendly ya no puedo ser.

Cómo dije al principio, hoy sigo haciendo algún que otro chiste sobre “putos”. De hecho lo que más me divierte es decir la palabra “topu”. Por que me parece el apodo más discriminativo y peyorativo al respecto. Una vez escuché una frase que me quedó muy grabada. Alguien le decía a otro “no sos tan grande como para hacerte tan chiquito”, criticando su falsa modestia. Sin embargo yo sí me animo a decir que soy tan gayfriendly que me animo a decir topu sin ningún prurito.

Fiesta fiesta, pluma pluma.

17 comentarios:

  1. Anónimo4:33 p. m.

    muy divertidaa historiaaa, la realidad puede ser tannnn divertida!!!

    nunca me voy a olvidar de esoss vhs!

    ese sergio

    amiiigooo!!!!!!!

    ResponderBorrar
  2. Gran historia, querido pescadito!

    Estoy de acuerdo. Yo personalmente no lo experimenté como vos, porque como me di cuenta de mi bisexualidad a los 15 años siempre estuve un poco del otro lado. Pero hace poco un compañero de la secundaria nos mandó un mail a todos sus amigos en el que nos confesaba que salió del closet, y todos mis amigos reaccionaron de formas muy diversas. Uno en particular ahora está en lo que sería la fase 1, y es muy divertido ir viendo cómo se va familiarizando con la idea de tener "un amigo gay" :)


    PD: Aguanten las PLOP!... Pocas fiestas son tan buenas. Y ninguna termina con Jugate Conmigo...!

    ResponderBorrar
  3. holiiiis! welcome back!
    me encanto tu historia. me mantuvo atenta todo el tiempo y me senti tan arriconada como vos cuando sergio se confeso.
    beso red.

    ResponderBorrar
  4. Anónimo7:58 p. m.

    que lindas sorpresas, me gusta esa narrativa Red, tomaste las riendas de lo que querias en barcelona. mexicanito soy.

    ResponderBorrar
  5. Anónimo5:40 p. m.

    Linda historua fish, habla bien de vos que hayas decidido quedarte con los amigos, seguir compartiendo con ellos a pesar de las diferencias.

    Saludetes

    ResponderBorrar
  6. ESE SERGIO: lo de los videos creo que fue lo más fuerte. PD: fueron devueltos???

    PORTEÑITA: jaja, jugate jugate jugate ya!!!

    NOEL: gracias. ahora me lo acuerdo y me río, pero la verdad que cuando Sebas apareció con los videos porno casi me muero, posta fue muuuy fuerte. jajaj, ahora obviamente me parece muy gracios.
    Beso.

    MEXICANITO: no se a lo que se refiere con las riendas en BCN. But we know ju you arrr, we know wherrre you lib. Beso.

    M: me algegro que te haya gustado la historia. Otro saludete.

    ResponderBorrar
  7. creo que poder hablar con soltura exhibe la verdadera comodidad con el tema.

    ResponderBorrar
  8. Muy buenos relatos pez rojo. Seguiré con atención desde el lejano norte lluvioso.

    ResponderBorrar
  9. ANDREA: exacto. Gracias por pasar. Beso

    SILVIAYOLIVERENCANADA: ser gayfriendly es una cosa, pero ser hermafrodita friendly ya es muy distinto. Háganse un usuario cada uno, no es tan dificil!!!! Y si su usuario no es hermafrodita sino que sufre de doble personalidad, les pido tengan a bien identificar cual de los dos es el que habla.
    De todas formas gracias por pasar. Me alegro que les (o te) guste. Besos hasta el lejanorte lluvioso.

    ResponderBorrar
  10. Anónimo12:34 p. m.

    hola sr. red fish

    linda historia, yo tengo experiencia similar a la suya pero son sólo historias de amistad no adjetivada
    es decir, a veces me pregunto si podrían haber sido distintas si mis amigos no hubieran sido ya mis amigos antes de saber acerca de su orientación sexual

    y respecto al relato Henry & June, yo tenía la teoría que leí en los comentarios, me parecía tranquilizante dentro del desastre estar derrotada desde el inicio y no tener la carga de competir
    ahora me pregunto otra cosa, si no me sentiría yo menos culpable o menos presionada si abandonara sin dejar opción ni posibilidad de comparación

    saludos

    ResponderBorrar
  11. Srta Maniática, gracias por visitarme. Debo reconocer que se me hizo muy dificil leer su primer párrafo. A pesar de haberlo hecho varias veces, no logré entender qué es lo que quizo decir. Es como una función mátemática repleta de paréntesis, corchetes, raíces cuadradas, con propiedades distributivas complejas. Muy dificil de seguir las dependencias. Mi cerebro no da para tanto.
    En cuanto al segundo párrafo, sobre el tema planteado en el anterior post, bueno no se si será que llegué con el caballo cansado pero tampoco supe entender bien...
    Espero no se me enfade y tenga la sana paciencia de explicarmelo cómo si yo fuera su abuela o un niño de 8 años. Beso. rf

    ResponderBorrar
  12. Anónimo11:25 a. m.

    hola red fish,
    no me agradezcas la visita, disfruto venir a leerte así que la agradecida soy yo
    y el comentario inentendible fue exclusivamente mi culpa pero no lo hice a propósito (yo lo entiendo, já)
    muy buena la última historia, pero el final no me parece feliz

    saludos

    ResponderBorrar
  13. Mi estimado pecesito, desde que leí este post vengo con la idea de dejarte un comentario, pero entre todas las cosas que tengo que hacer a diario y el cansancio implicado en el proceso no me ha quedado tiempo. En fin, la cosa es: me reí como una loca cuando lo leí y, de hecho, me quedó dando vueltas en la cabeza durante un rato. Porque comprendo que ser Gayfriendly no es tarea fácil (aunque yo también tengo hecho un curso intensivo y ya no me da prurito casi nada). Hay quienes piensan que es sólo decir: sí, yo también tengo un un amigo gay, pero la cosa no es así... existen matices y matices. Por lo que sé, pecesito, esto ha sido un relato encantador y me tengo que quitar el sombrero.
    Sigo leyendo!
    Besitos!

    ResponderBorrar
  14. Anónimo5:31 p. m.

    nunca he devuelto esos VHS!!!!
    ese sergio

    ResponderBorrar
  15. MANIATICA: ¿y cual cree es el final? ¿Y por qué no le parece feliz?

    MANUELA: no se lo saque que hace frío.

    ESE SERGIO: ¿y los ha vuelto a ver?

    ResponderBorrar
  16. Ayer me enteré de dónde venía Red Fish y me puse contenta! Y justo me acordé de aquella época tanguera, también. Lo más de lo más.

    En cuanto a las etapas, qué bueno que te fueron sólo tres, no? Yo me hacía la canchera hasta que un día tuve que blanquear con mi papá que su amigo no era sólo su amigo. ¿qué tal? Bueno. Es que las cosas son más complejas de lo que parecen..


    A la próxima plop me prendo yo tambieeen !

    beso grande

    ResponderBorrar
  17. jajaja, lo suyo directamente fue un Doctorado en la materia.
    La próxima todos a la plop!!!!!
    otro beso grande.

    ResponderBorrar