4 de abril de 2008

La Logia del Libro

Todas las mañanas tomo el subte línea D en Congreso y me bajo en Tribunales. Si logro ir sentado o si voy parado pero no está demasiado lleno, en este trayecto leo. El subte o el colectivo siempre fueron mi ámbito preferido de lectura.

Apenas me siento saco mi libro, el Diario de Anaïs Nin desde hace algunas semanas, y me sumerjo en él. Solamente subo a respirar si percibo que hay algún vecino también con un libro. Intento ver qué está leyendo, y emito un no recíproco guiño cómplice. No miro a la persona a los ojos ni nada parecido, de hecho lo hago intentando no ser visto. Pero imaginariamente constituyo una logia secreta, sabiendo que ante cualquier catástrofe o necesidad extrema nosotros formaríamos un grupo especial, el grupo de los que leen.

Hace unos 20 días, estaba terminando de leer mi libro, cuando veo que una chica empieza a sacar de su cartera uno amarillo, como el mío. Cuando lo termina de sacar compruebo que era la misma editorial que el mío, hasta que lo da vuelta y leo “La conjura de los Necios”. Por algún motivo la situación me puso muy incómodo. Era demasiada casualidad que dos personas estuvieran leyendo ese mismo libro a menos de medio metro de distancia. Lo cerré y guardé inmediatamente, por que cualquiera podría haber descubierto que teníamos una logia secreta, y yo no podía permitir que eso suceda.

El resto del viaje leí por lo menos cinco veces todas las publicidades, hasta que me bajé, sano y salvo.

5 comentarios:

  1. Soy de las que se fijan que leen los vecinos, aunque mi viaje al laboro voy cabeceando todavía no totalmente despierta.

    ¿Así que baja en Tribunales?

    Me encantó el post!

    Besos.

    ResponderBorrar
  2. Debo confesar que en Buenos Aires he visto muchísima gente leyendo un libro mientras viajan en el Subte. Y la variedad de temas de lecturas es bastante amplia. Yo, que soy lectora compulsiva, y que no salgo de mi casa sin un libro, a menos que este 100% segura de que no lo voy a necesitar, nunca viaje con alguien que estuviera leyendo el mismo libro que yo, entiendase: similar título y edición. Puede darse que coincidan con algún libro que ya haya leído o uno que esté por leer. Pero el mismo, nunca. Así que, RedFish, lo que cuentas es inquietante y sospechoso (esta es la parte donde suena el fondo musical de suspenso). NOS ESTAN OBSERVANDO! Y puede que nos descubran, así que mucho cuidado!!

    ...
    Me encantan estos relatos de cosas que pasan en la vida cotidiana. Se siente la frescura en tu texto.
    Ha sido un gusto leerte!!
    Te dejo un beso!!!

    ResponderBorrar
  3. RF: Me quedé pensando, entre otras varias cosas, en Anaïs, la "cómplice" de Miller, encantadora mujer, compleja, atípica, curiosa, rebelde, sensual.

    Le diría que entiendo perfectamente su actitud. No, no he leído "ese" libro, aún.

    Cariños, querido amigo!

    ResponderBorrar
  4. cecilia: que bueno que te gustó el post, por que debo confesar que dudé en publicarlo.

    aqua: jajaj, es cierto que nos observan!!!! De donde sos, qué lugar comparás con Buenos Aires? Que gusto que te guste leerme. Yo ya te voté en el concurso blogobundo. Así que todos los que pasen por acá pls vayan a votarla. Sólo sigan las migas...

    susana: sumamente recomendable. Cuenta su amistad con Henry y su amor por su mujer June. Fabulosa.

    ResponderBorrar
  5. ¡Ey, RF!, estuve ausente unos días. Dedicada al ocio y al descanso, que buena falta me hacía. (Ahora estoy de vuelta, Reloaded! Espero que me dure la recarga lo suficiente como para soportar el ajetreo de Buenos Aires durante un buen tiempo.) En fin, quería responder el comentario anterior y, para no variar, me voy por las ramas...
    Respuesta: Usualmente comparo a Buenos Aires con Caracas, porque soy Venezolana y es la única otra ciudad cosmopolita con la que puedo hacer alguna comparación.
    ¡Te dejo un abrazo!

    ResponderBorrar