10 de marzo de 2008

Todo por 5 segundos. Capítulo II: algunos de los desperdiciados.

Desde hace dos años que por algún motivo estoy cumpliendo una condena: no puedo evitar contar el tiempo en segundos. Y ya pasaron poco más de 12 mil desde que apagué la luz para en vano intentar llegar rápido a mañana.

Su mano todavía dormía en mi pecho, inconsciente de lo que ocurría debajo. La tomé con las puntas de mis dedos, con la misma delicadeza y precisión con que el especialista anti-bombas despeja los cables de colores explosivos hasta llegar al rojo y desactivarla. En esta situación no era su mano la que tic taqueaba, pero el peligro radioactivo estaba latente.

Hace dos años cuando desperté, tres días y una operación después del accidente, vi a Sofía al costado de la cama, sosteniendo mi mano. En el brazo izquierdo tenía el suero, que me alimentaba por vía intravenosa. Y en el brazo derecho, estaba ella, que había estado durante las últimas seis horas declarándome su amor, también por vía intravenosa.

Cuando desperté recapitulé, descifré lo que me había estado confesando las últimas horas y entendí que era ella con quien yo debía estar, soñar, sufrir, proyectar y avanzar. Yo la amaba, y había necesitado una experiencia límite para reconocerlo y hacerme cargo de esa responsabilidad.

Levanté su mano de mi pecho, y suavemente la deposité al costado de su cuerpo, todavía sin explosiones registradas. Me incorporé y me senté en borde de la cama para respirar, por que ya no podía seguir pensando. Ya no podía seguir buscando explicaciones. Ya no podía seguir valiéndome de aquella transfusión intravenosa para convencerme de que Sofía era quien yo quería que fuera. Ya no podía seguir intentando amarla. No podía dejar de reconocer que ya no la amaba. Y me atormentaba la sospecha de que quizás nunca la había amado.

Y ahí estábamos todos en la misma cama. Ella, yo y mi duda, que era como un hijo no reconocido que aparecía y se plantaba en mi puerta, con 25 años, cadenas en las manos y cara de pocos amigos. Imposible saber qué hacer con él, pero lo más probable era que si intentaba doblegarlo por la fuerza terminaría yo seriamente lastimado. Y ahí estábamos los tres. Y mi hijo me miraba con mala cara, exigiendo que Sofía lo conociera.

- “Presentámela ahora. No sigas dilatándolo ni 120 segundos más.”
- “Necesito pensar cómo decírselo para no lastimarla.”
- “Mirá, no te voy a mentir, yo a ella la voy a lastimar. Es mi deber. Y cuanto más tiempo me hagas esperar más me voy a enojar y peor va a ser. Y para vos también es peor, por que aunque sigas tomando litros de anestesia para no sentir dolor, yo te pego y lastimo a diario, y cuando la anestesia se te acabe te va a doler, mucho y cada vez más.”
- “... está bien.”

El suero con la anestesia se cortó instantáneamente y empecé a llorar, por mis heridas, por sus heridas, por mi culpa, todo por mi gran culpa. El dolor era muy intenso, el techo de la habitación se desplomaba sobre mí una y otra vez. Hasta que Sofía se despertó.

- “¿Qué te pasa? ¿Por qué estás llorando?” – Me pregunta levantándose exaltada.

No podía responderle. No podía dejar de llorar. Y ella totalmente desconcertada. Pobre, nunca imaginó que podía estar tan cerca, abrazando algo que le haría tanto daño sin siquiera sospechar un poco. Un terremoto avisa con movimientos previos, un huracán se ve a la distancia, pero este meteorito que viajaba directo a su corazón era más veloz que su ojo, y tenía una potencia de impacto devastadora.

Ella insistía, me preguntaba, me abrazaba, se angustiaba por mi angustia. Hasta que paré, recuperé el aire y la respiración. Pero no pude hablar durante una enormidad de segundos. No podía soltar el ese meteorito.

- “Estoy mal.” Dije esforzándome mucho.
- “¿Por qué estas mal?”
- ...
- “Por favor, contame, decime por qué estás mal. Por favor, dejame ayudarte. ¿Qué te pasa?”

Y no se como, pero se lo dije, de la peor manera creo, si es que hay alguna que sea menos peor. Y fue devastador. Ella estaba con la guardia baja, con el corazón abierto y mi hijo no reconocido la golpeó brutalmente sin piedad, con vehemencia hasta desfigurarla, dejándole creo yo heridas irreversibles.

Sofía en cuanto pudo levantarse después de la golpiza pidió un taxi y se fue. Dejó su ropa, sus cremas, su notebook y su corazón en mi casa. Por sus primeras tres pertenencias mandaría a su madre a retirarlas. Por lo otro no sabía, no sabría, no podría.

..........


Yo a cada segundo intento reparar lo que me dejó, pero no puedo, y lo tengo ahí, recordándome que aquel día hace dos años cuando creí entenderlo todo, en realidad no había entendido nada, o sí, pero que después hice todo mal. Todo.

Dos meses después de mi accidente en el que choqué con aquella mujer y la camioneta le pedí a Sofía que viviéramos juntos. Creí encontrar en Sofía a aquella mujer de la cual me había enamorado en 5 segundos. Me equivoqué, y hoy tengo dos corazones, uno ajeno en la mesa de luz un poco más seco a cada segundo y otro propio encerrado, injustamente condenado por darme falsos indicios. Como siempre, mientras quienes no debieran pagan la culpa enjaulados en un calabozo, arriba los que digitan todo siguen libres. Pero desde su celda mi corazón aún la busca y yo secretamente mantengo las esperanzas, mientras sigo desperdiciando mis segundos.

21 comentarios:

  1. clap clap clap! Que bien que escribis!
    Llegue a sentir cada una de esas emociones. Me abrumo tanto la sensacion que no da paso a la reflexion.
    Dejo aca solo un: Me encanto.

    ResponderBorrar
  2. No no no. Tengo algo mas que decir: reivindico mi comment del capitulo anterior.
    Beso.

    ResponderBorrar
  3. Ay... otro corazón roto... no sé si casi prefiero las mentiras...

    Me ha gustado mucho, aunque sea triste, es precioso!
    un beso

    ResponderBorrar
  4. imaginate si comprenderé tu situación, que cuando escribo textos los cronometro, y nunca llegan a durarme un minutito.

    ResponderBorrar
  5. Anónimo8:55 a. m.

    RF: Aplaudo de pie.
    "Duda":"El hijo no reconocido", es sencillamente, genial!
    Este cuento-casi real, transmite la coherente desvalidez del protagonista de principio a fin.

    Masculino retrato del titubeo, me fascinó!

    RF está usted escribiendo maravillosamente, sépalo!

    Mi abrazo!

    ResponderBorrar
  6. maria noel: gracias por siempre decir presente. Lo aprecio muchísimo. Y me alegra que hayas sentido cada una de las emociones y que me lo hayas dicho. Yo cuando escribo realmente también las siento, y se me acelera el pulso o me estremezco..., y el otro día me preguntaba si esto se llegaría a transmitir al escribirlo, y si el lector llegaba descifrarlo de igual forma. Me llena se satisfación saber que la cadena de transmición cierra.

    gintonic: decir juro que nunca te voy a lastimar (no intencionalmente) es tb una mentira? De todas formas, lo sea o no, las mentiras tienen patas cortas hasta que le crecen y como el hijo no reconocido eventualmente nos pateará fuerte.

    TVCA: lo suyo no se si es una condena o una trastorno psíquico a prestar atención. De todas formas me gustan mucho sus minutitos de lucidez.

    Susana: Le agradezco enormemente, y no voy a pecar de falsa modestia (como sí lo hacen algunos de sus amigos,jeje), a mi también me gusta lo que he estado escribiendo. Esto no significa que yo sepa o cre que estoy escribiendo maravillosamente, pero me estimula mucho saber que esa es su opinión.
    Lo del hijo no reconocido es verdad que está bueno no?
    En un punto su comentario me dejó intrigado: "Masculino retrato del titubeo". Me deja pensando, cómo sería el femenino?

    ResponderBorrar
  7. "Juro que no te voy a hacer daño" es una ingenuidad. Pero si te planteas hacerlo inconscientemente (y entonces ya no es tan inconscientemente), es una mentira.
    Me gusta lo de las patas... ¿no conoces el dicho? "Se coge -en español, de agarrar, no de vuestro "coger"- antes a un mentiroso que a un cojo"...

    ResponderBorrar
  8. Totalmente cierto, promesa infantil.
    No conocía ese dicho, si onozco el de "la mentira tiene patas cortas" como queriendo decir que no va a llegar muy lejos, y honestamente tengo que admitir que no lo entiendo. Digo, por que algo que tenga patas cortas no puede llegar lejos? O da por descontado que la verdad tiene patas más largas? Y si la verdad se quedó dormida como la coneja? O si corre para otro lado. Yo propondría cambiar ese dicho por, no se, por ejemplo: "la mentira es como la iluminación a fósforo" (tiene vida limitada, corta, y si no la largas a tiempo te quemás). Es buena, o no?

    ResponderBorrar
  9. Nada más choto que un corazón encerrado, clausurado, dormido, como se quiera nombrar.
    Y hay tantos...
    Un saludo
    Y si todo mal con JG ni daba que se fuera.

    ResponderBorrar
  10. Mmmm, me gusta lo del fósforo, aunque la mentira no siempre tenga vida corta... y gracias a Dios, no siempre acabe quemando!

    Me gustan más las verdades!!!

    :)

    ResponderBorrar
  11. Anónimo8:39 p. m.

    RF: las femeninas no somos tan dubitativas respecto de las relaciones, querido amigo. Mis sondeos personales, colocan a los XY como "favoritos" en materia de dudas.

    Por supuesto, es una información extra-oficial, pero consulte, consulte, confrontaremos mis datos con los suyos!

    Lo abrazo!

    ResponderBorrar
  12. Anónimo12:57 p. m.

    mmm Sofía me gusta el nombre, demasiado cutre el relato, debería ser más erótico, un saludo amigo

    ResponderBorrar
  13. [myris]: no no que feo. Es un poco triste diría yo.

    gintonic: absolutamente, por eso tampoco me gusta el dicho de las patas cortas.
    mmm... es dificil el tema de las verdades, hay que saber manejarlas, recibirlas y darlas. Odio la gente que se jacta de siempre decir la verdad, aunque a otros le joda, "yo soy franco y digo lo que pienso." humm, eso te da título para a veces no ser respetuoso con tus verdades???

    Susana: que interesante! Me da ganas de escribir algo desde la perspectiva femenina y someterlo a juezas conocedoras de la materia. Cuando tenga algo la invitaré a que lo haga.

    maría noel: =D

    geniomaligno: bienvenido, y muchas gracias por sus 3 valiosos aportes, a saber:
    - me hizo reir mucho su comentario.
    - no conocía la palabra cutre, y pero la incluí inmediatemente entre mis favoritas. Quiero usarla a la brevedad. No se si a todos les pasa, pero hay palabras que me gustan mucho, y algunas que no veo el momento de utilizar, como por ejemplo "diletante". Es muy difícil de aplicar! Demasiado precisa, aunque ahí tb radica su encanto, no?
    - es una buena idea la del reltato con mayor contenido erótico, e intentaré desarrollarlo en alguno de los próximos posteos.

    ResponderBorrar
  14. mmmm. si describe tan bien sentimientos y sensaciones al punto que el lector logra sentirlos como propios, me inquieta pensar q sucedera si se dedica a erotizar sus relatos!
    buen finde.

    ResponderBorrar
  15. Red Fish: no se casaría usted conmigo

    :P

    Hablando en serio, leí su aporte en el blog de María Noel. Y realmente me gustó su forma de pensar.

    Disculpe mi atrevimiento.Y si tiene novia deseo felicitarla porque es muy afortunada.:)

    Saludos!

    ResponderBorrar
  16. me encantó..
    gracias por pasar por mi blog, aunque lamento que no lo hayas encontrado actualizado..
    escribís muy, muy lindo...
    seguiré pasando, hasta volverme adicta a este también...
    un beso!

    ResponderBorrar
  17. maría noel: empecemos con bajas expectativas. Según dicen la primera vez nunca es demasiado buena. Muchas expectativas.
    Buena semana corta y santa.

    dulcinea: le agradezco por la propuest, me honra y me sonroja. Usted es la primera dama en hacerme esa pregunta y solo por eso se lo agradezco, aunque fuera en broma.

    belu: gracias por avisarme de tu retorno, ya vi que actualizaste así que leeré.

    ResponderBorrar
  18. aaaaaaaaaaay, las expectativas!!!
    cierto, me olvido a cada rato.
    ja.
    beso.

    ResponderBorrar
  19. ahi vamos nen, sigo tus consejos, me inspiraste, tengo blog... pasalo a visitar

    ResponderBorrar
  20. Uy, molt be. ahora estoy jugado, yo que creia que no necesitaba mas que esos 5 segundos. Una errata mia.

    ResponderBorrar