10 de febrero de 2008

Batalla perdida

Nadie se jacta de reirse de la desgracia ajena y yo tampoco lo hago. En cambio sí pretendo defender mi honestidad a ultranzas, y es por eso que no pude negar mi bajo comportamiento de aquel día.

Fiscal: “Su señoría, quisiera presentar como evidencia esta grabación de una conversación entre el Sr. Testigo y el Sr. Amigo, tomada el mismo día del hecho”.
Juez: “Adelante, la escucharemos y la consideraremos como evidencia válida para el juicio.”

[Grabación]
Testigo: La gente está cada vez peor.
Amigo: Por que che?
Testigo: Por que sí. No sabés lo que vi hoy. Estaba en el kiosco, atrás del mostrador acomodando la pila del clarín, y veo que pasa un ciego caminando, con su bastón de ciego viste. A los tres segundos más o menos escucho un ruido fuerte y salgo y veo que estaba el ciego agarrándose la cabeza al lado de un poste de luz. Se ve que con el bastón no se dio cuenta que estaba el poste y se dio de lleno con la cabeza. Podés creer que la gente que estaba en la parada de bondi se quedó ahí sin hacer nada, ni se movieron, no fueron capaces de ayudarlo. El pobre tipo tenía un corte en la frente y le salía un poco de sangre, así que imaginate el golpe que se habrá dado. Yo le limpié un poco la sangre y lo ayudé a cruzar la calle. Estos hijos de puta ni siquiera fueron capaces de avisarle que tuviera cuidado con el poste, nada. Obviamente que los reputié. Lo peor de todo es que uno de los flacos se estaba riendo. Podés ser tan sorete de reirte de una cosa así. Hay que ser mala leche eh!
Amigo: Es que hay gente muy hija de puta.
-STOP-

Fiscal: “Su señoría, el testigo confirma que la grabación es veraz y que todos los hechos que en ella relata son ciertos. También ha identificado al señor RF como una de las personas que presenció el infortunio del Señor Ciego, y que además de no haberlo prevenido y no haberlo ayudado es la persona que se rió de la situación. Por tal motivo solicito le de la pena máxima.”
Juez: “¿Señor RF, reconoce como cierto todo lo que alega el Sr. Testigo?”
RF: “... sí su Señoría. Es cierto lo que dice Testigo.”
Juez: “¿Y qué tiene para alegar en defensa suya?”

¿Y qué podía responderle? ¿Podría haber dicho que no había visto a Ciego? La realidad es que sí lo había visto. Lo había visto caminar, repiqueteando la punta de su bastón blanco contra el piso, con una cadencia alucinógena. ¿Podría haber dicho que el pendular de ese bastón me generó un efecto similar al de los partidos de ping pong jugados por japoneses, es decir un efecto hipnótico? ¿Podría haber alegado que no me di cuenta de que Ciego iba camino directo a ese poste de luz? También estaría mintiendo. ¿Pero podría haber dicho que lo que provocó mi inacción fue una intriga brutal? ¿Habrían entendido que en ese momento estaba fascinado con el mecanismo de supervivencia de Ciego, que estaba absorto observando cómo funcionaba el reemplazo de su vista por un simple bastón? ¿Me creerían si les hubiera dicho que muchas veces de noche al volver del baño, intenté caminar hasta la cama a gatas, para no prender una luz y despertarla, pero que no pude y tuve que encender un velador y que me pregunté cómo lo hubiera hecho Ciego? ¿Me habrían entendido si les hubiera dicho que cuando vi a Ciego caminar en dirección al poste pensé que si yo fuese Ciego en ese momento, sin dudas me chocaría con aquel poste, pero sabía que él no haría? ¿Habrían entendido que tenía mucha intriga de saber cómo Ciego haría para sortear el poste, pero que estaba convencido de que lo lograría? Y que por este motivo no atiné a prevenirlo, hasta que finalmente vi como la punta de su bastón pasó velozmente a medio milímetro del poste, y como la distancia entre su cabeza y el poste se consumía en menos tiempo del que le tomó al bastón hacer el barrido hacia la derecha, picar contra el piso y volver al centro para así encontrarse con el obstáculo. Cuando entendí esto ya era tarde, la frente de ciego ya había golpeado contra el poste de Luz, y por algún motivo yo reí... Hoy sí entiendo por qué lo hice, ¿pero habría mitigado mi condena si les hubiera explicado el por que de mi sonrisa ante este hecho? ¿Se habrían reído si les contaba que al chocar la cabeza de Ciego contra el poste, ésta rebotó hacia atrás por lo menos medio metro, pero sin que sus piernas dieran ni un paso atrás cual muñeco inflable con base de arena... y que el poste metálico retumbó como campanario de iglesia, a lo largo de todos sus 5 metros de alto? ¿Les habría causado un poco de gracia si les hubiera dicho que en ese momento pensé que un accidente así solamente le podía pasar a alguien como la pantera rosa o al coyote, o en su defecto el mismísimo Mr. Magoo? ¿O sería como esos chistes que contados fuera de contexto suenan agresivos y de mal gutso? ¿Habrían entendido que fue todo muy rápido y que no tuve el tiempo suficiente como para censurar mi reacción?

No, ninguna de mis explicaciones hubiera atenuado mi sentencia. A los ojos de Juez, de Testigo, de Ciego y de Fiscal nada de lo que yo pudiera hacer o decir haría cambiar su opinión sobre mi. No importaba cuan justificado me sentía yo. Todas mis explicaciones carecían de valor ante cualquier juez que no fuera Mi Conciencia.

RF: “Nada su Señoría, no tengo nada para decir en mi defensa.”
Juez: “Muy bien, entonces le otorgo pleno derecho a los señores Ciego, Testigo y Amigo a que consideren que usted es una persona cínica, sádica, egoísta y no solidaria. Y usted está sentenciado a aceptarlo, tolerarlo y resignarse a no poder hacer nada que atente contra este derecho adquirido. SERÁ JUSTICIA!”

Entendí que debía aceptar mi sentencia, cumplir mi condena y sobrevivir. Al fin y al cabo quien puede conformar a todos? ¿No es mejor elegir la batallas?

5 comentarios:

  1. Anónimo2:57 p. m.

    Buenas!
    Lluegué por el blog de LG, por tus comments.
    La verdad que esta muy buena la historia de la batalla perdida...son esas cosas que suelen pasar y no hay manera de explicarles a los espectadores todas las secuencias que estaban pasando en nuestras cabezas.
    Beso.
    Lula.

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  2. Impresionante.

    Me encantó este post. Y el anterior. Y ciertamente volveré. Cuando a la mirada cínica se suma la capacidad de contarlo con gracia (y por que no, graciosamente), este servidor se somete con admiración al resultado escrito de la mencionada combinación.

    Posta, voy a volver.

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  3. Lula: muchas gracias.

    Jack: es un honor que haya leído mis post, y tanto mas me halaga su promesa de regreso.
    Lo esperaré con gusto.

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